«Visibilidad, inclusión»… qué bonitas palabras, pero ¡qué cortas se quedan!
La Lucía Civera es psicóloga y tutora de aula en el servicio Educafriends de la Fudanció Friends. Escribió esta reflexión para el 18 de febrero, Dia Internacional del Síndrome de Asperger, des del conocimiento y la experiencia diaria con jóvenes con autismo.
«Hoy en día hay celebraciones cada día, incluso varias. Pero me gustaría resaltar este día en especial. Hace poco tuvimos la oportunidad de escuchar en los Goya palabras como «visibilidad, inclusión»… qué bonitas, pero qué cortas se quedan cuando echamos un vistazo a la sociedad, y al mundo de la educación en concreto.
Muchas familias con hijos o hijas con este síndrome desean que existan centros especializados que den apoyo a las necesidades concretas. Pero qué triste es que tengan que buscar porque en sus colegios y institutos no dan cabida.
Casi el 100% de los adolescentes con Asperger con los que trabajo a diario han sufrido acoso o discriminación tanto por parte de alumnos como del profesorado. Sí, sé que es muy grave lo que digo, pero peor es escuchar sus historias. Y por supuesto no se queda en el Asperger, acapara cualquier tipo de «diversidad funcional», y sin ella.
Cada vez son más las familias que acuden a grupos Scouts, esplai, lleure, de ocio, etc., por recomendación de profesionales para que encuentren un entorno seguro y de confianza donde poder desarrollar habilidades sociales, porque en los colegios, donde pasan la mayor parte de su tiempo, acaba convirtiéndose en un suplicio. Está bien, pero desde luego no es la solución.
Educación, más recursos en las aulas y más formación a los educadores son, entre otras muchas, cosas que se pueden hacer para mejorar. Y no solo en las aulas, la educación no se acaba cuando suena la campana y los niños vuelven a casa.»
Lucía, tutora d’Educafriends