¿Qué es el Síndrome de Asperger? Historia y características, por el Dr. Amor Salamanca
El término “síndrome de Asperger” sirve hoy en día para definir al grupo de trastornos que se caracterizan clínicamente por dificultades en el inicio y mantenimiento de relaciones interpersonales, y por una serie de síntomas variados cuyo común denominador es la rigidez, la necesidad de invariancia, y la repetición; todo ello en personas que no muestran una significativa discapacidad intelectual asociada, y con presentación sintomática ya desde los primeros años del neurodesarrollo.
Hans Asperger describió el cuadro clínico que después llevaría su nombre en plena 2ª guerra mundial, en una Austria tomada por los nazis, por lo que sus acertadas observaciones cayeron en un relativo olvido. Cuando fueron recuperadas y traducidas al inglés en los años 80 del pasado siglo XX, era evidente su similitud respecto a las descripciones que también en los años 1940 había hecho Leo Kanner en Estados Unidos, lo que dio inicio a la discusión de si el síndrome de Asperger es o no es cualitativamente diferente al “autismo de Kanner”, manteniéndose ambos conceptos de forma paralela a lo largo de los siguientes años. A partir de 2013, con la aparición del DSM5, y la creación de una única entidad que agrupa a todos los “trastornos del espectro autista” (TEA), se ha dejado aparcada la discusión hasta que dispongamos de más datos que justifiquen posibles subdivisiones futuras.
A partir de los años 90 del siglo pasado comienza a reconocerse que los TEA, especialmente en personas con síndrome de Asperger, son mucho más frecuentes de lo que se pensaba, hasta alcanzar las cifras que se manejan hoy, de entorno al 1% de la población dependiendo de los estricto que se sea en la inclusión de los síntomas como pertenecientes o no al cuadro sindrómico. Por otra parte, no se sabe aún con certeza si este aumento en la prevalencia de los TEA es únicamente debido a su mejor reconocimiento, o si realmente hay más casos ahora que en el pasado.
La mayor concienciación en los últimos años de que las personas que padecen síndrome de Asperger lo hacen a lo largo de toda la vida, aunque su expresividad clínica pueda modularse con el paso de los años, he centrado la atención, y el esfuerzo terapéutico, en la mejora de la calidad de vida de estas personas en relación a múltiples circunstancias asociadas a la vida adulta y que pueden convertirse en un auténtico desafío para ellos: el establecimiento de relaciones de pareja y su mantenimiento de forma saludable a lo largo del tiempo; las relaciones sexuales; la vida laboral, tan importante para disfrutar de una estima personal adecuada, y que se hace tan difícil en muchos casos de personas con Asperger; la capacidad para vivir independientemente, lo que suele ser la principal preocupación de los progenitores de estas personas; por citar sólo algunos de los más importantes.
El carácter de síndrome de los TEA, secundario a las múltiples causas que lo pueden motivar, diversifica enormemente el resultado clínico observable, y es a la vez un reflejo de que las personas que padecen síndrome de Asperger lo “llevan consigo” en prácticamente todas las circunstancias de su vida consciente (comer, vestirse, hablar, comprar, pensar, etc…).
Tradicionalmente, las familias han jugado un papel fundamental en la lucha a favor de las personas con autismo, a lo que en los últimos años en España, con retraso respecto a otros países de nuestro entorno, se han añadido diversos grupos de ayuda, como Friends, que juegan un papel fundamental en el soporte a la integración de las personas con Asperger en la sociedad, y en la mejora de su vida diaria. Vaya desde esta nota, como frase de despedida, nuestro reconocimiento y admiración a Friends en el día internacional del síndrome de Asperger.
Dr Alejandro Amor
El Dr Alejandro Amor Salamanca estudió medicina en la Universidad Complutense de Madrid. Se formó como psiquiatra en el Hospital de Bellvitge con el profesor Julio Vallejo, y posteriormente en Cambridge con los profesores Berrios y P. McKenna. Actualmente es médico adjunto del servicio de psiquiatría del Hospital Mútua de Terrassa y realiza actividad asistencial en el CSMA de Sant Cugat del Vallès.